miércoles, 17 de febrero de 2010

En otro capítulo de "Cosas que me pasan solo a mi":

Hoy presentamos: "Como arruinar su taza favorita para siempre."

Ya se que no tiene sentido que uno mismo se arruine su taza favorita, pero pueden verlo como una forma de arruinarle la taza a alguien que se lo merece.

Esto me pasó a mi hace unos días. Algo horrible que arruinó para siempre mi tan amada taza estilo Irish coffee. Todo comenzó con una noche de calor insoportable como tantas en Montevideo City.

Mi casa es un horno en verano y un congelador en invierno. Estábamos muy tranquilos con mi novio en casa, muriéndonos de calor por lo que decidimos subir a la azotea para ver si ahí corría un poco de aire. Junto con nosotros subió mi amada taza, que en ese momento estábamos usando para tomar un whiscola hecho con un Jack Daniels (ya se, terrible herejía). Pasamos un buen rato hablando y haciendo nada en la azotea, mientras tomábamos.

Cuando la bebida se terminó, decidí dejar la taza en una de esas piletas viejas de piedra para lavar la ropa, pensando en que ahí evitaba patearla en la oscuridad de una noche de luna nueva, rompiéndola en mil pedazos. Mi suposición fue correcta y la taza no se rompió.

Cuando nos disponíamos a bajar, fui hasta la pileta, tanteando en la oscuridad para encontrar la taza, la agarré y bajé las escaleras para ir hasta la cocina a buscar algo para tomar. Apoyé la taza en un mueble que está al lado de la heladera, la abrí y cuando vuelvo a mirar la taza para agarrarla, pasó lo peor que podía pasar. Eso que nunca, ni en mis peores pesadillas podría haberme imaginado.

Adentro de mi hermosa taza, había algo terrible, algo asqueroso!

En MI amada taza, había una cucaracha enorme, gigante, horrible, moviendo sus antenas que llegaban casi hasta el borde.

Mi reacción fue totalmente lógica: grité.

Grité, me alejé y le grité a mi padre (que estaba ahí), que fuera a hacer algo (preferentemente incinerar la taza con cucaracha y todo). Mi novio vino corriendo a ver que me había pasado, mientras yo gritaba que la matara, que era un asco y que quería cortarme la mano de solo pensar en que por muy poco no m tocó con sus antenas.

La reacción general después de que la cucaracha estaba muerta?

Todos se reían.

Yo puteaba. Ahí me di cuenta de que nunca más iba a poder volver a tomar en mi taza preferida.

Horrible, asqueroso, muy horrible...

Ahora, yo me pregunto si este tipo de cosas le pasan a alguien más que a mi.

No hay comentarios: