Tener hijos es difícil en muchos sentidos...
Creo que es inevitable que a una quiera salir corriendo a defender a su pobre cachorro como una leona cuando alguien le hace algo, por mas que sepa que su hijo no es ningún santo (este es mi caso), supongo que a eso es a lo que le llaman instinto maternal. Resulta que mi angelito (?) esta siendo torturado sicológicamente por un compañerito que le dice cosas como que el “no puede jugar con el y con Fulanito porque solo pueden jugar los de su edad”. Mi hijo y este pequeño monstruito tienen cinco años, lo que hace que el argumento del niño (vamos a ponerle Juancito que es mas fácil), se hace humo. Según me explica mi hijito lo que quiere decir en realidad es que ellos son mas altos que el. Es verdad, mi hijo es menudito, flaquito y mas bajito que ellos , para que el no se sienta mal yo le digo que cuando sea mas grande el va a crecer tanto, tanto que va a ser mucho mas alto que este Juancito y todos los demás.
Bueno, todos sabemos que no tiene a quien salir alto, pero el todavía no lo sabe y pensar que va a medir dos metros le sirve de consuelo, por ahora…
También le expliqué hasta el cansancio que si Juancito no quiere jugar hay muchos amigos mas para que jueguen con el, pero bueno, es como cuando tratás de explicarle a una amiga que ese vago horroroso que conoció en un boliche y la engaña descaradamente no le conviene y hay mil tipos mejores que el para ella. Hijos y amigas enamoradas no nos hacen caso. A quien no le pasó de tener una amiga ciega de amor y cuando ve que ese infeliz maldito la maltrata, la deja de lado por irse con otra, la golpea y una larga lista de etcéteras, sentimos unas ganas casi incontenibles de agarrarlo a piñas hasta que solo sea una masa deforme y ensangrentada retorciéndose en el piso???
Bueno, con nuestros hijos y sus compañeros de escuela, nos pasa lo mismo. Pero claro, como el objeto de nuestro odio es otro niño tan “inocente y frágil” (?) como nuestro angelito, nos sentimos terribles… Y no es para menos!!! Todos queremos agarrar a ese Juancito que le dice a nuestro bebé que el es mejor jugando al fútbol, que tiene cualquier cosa mejor que el, que es mas grande, que es mas… Y reventarlo a piñas, gritarle como locos que la vida no es así, que hay que ser “gente”, que va a ser un infeliz de mierda cuando crezca, un perdedor, un fracasado y que no se meta con nuestro santito mientras lo zarandeamos agarrándolo con fuerza de los brazos y el llora y llora pidiendo por favor que venga su mamá.
Es espantoso si… Pero ya se van a acordar de este post cuando tengan hijos que vayan a la escuela.
Nota de la Redactora: Se omitieron los nombres de los menores implicados porque uno nunca sabe quien puede llegar a leer el blog, vieron? :P
4 comentarios:
y bueno, me gusto tu blog y vi lo injusto de los pocos comentarios, vi un poco mas de montevideo en tus relatos. Sigue adelante.
Gracias!!! Aprendan los demas y dejen compentarios... Vagos!!!
Yo te comento Ara, no seas injusta :(
El cuervo también!!
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